viernes, 8 de junio de 2012

Retro! Sobrevivir cual Gloria Gaynor

Es viernes y estamos vivos. Sobrevivimos a la rutina, a las presiones y a todo eso que nos quemó la cabeza a lo largo de la semana. Sobrevivir no es poca cosa, es continuar con vida después de algo que atentó contra ella. Claro, hay atentados y atentados; pero si les propongo enumerar al menos tres cosas que atenten contra nuestra salud mental, humor y demases, no demoran más de un minuto en decirlas. Por más copado y paciente que uno pueda ser, algo, alguito, siempre nos jode. Sobrevivir a las vicisitudes de la vida parece ser la cuestión.
Gloria Gaynor nació en 1947 en New Jersey. Rápida fue su conversión en una de las primeras divas de la música disco (el que pega primero pega mejor, es ley) y no sólo gracias a su imponente voz sino también a uno de los primeros himnos de liberación femenina y hasta homosexual: I will Survive. Canchera, superada y con estilo, la letra de esta canción no puede cantarse tibiamente; todas (y todos) nos hemos deleitado alguna vez diciéndole no a ese amor que volvió arrepentido. " Te fuiste, me dolió, te extrañé. La padecí, maldito. Y ahora volvés? Olvidate, sobreviviré", es la síntesis de este clásico de fiestas y karaokes. Me encanta !! para cantar con boa de plumas fucsia enroscada al cuello, jiijij !
Más allá de sobrevivir al dolor de un amor que se fue, cosa trillada en historias de amor (ya pasará); uno sobrevive a los recuerdos del ex. No sé si son peores los buenos o los malos recuerdos!, pero están. A bancarla. Sobrevivir no es alternativa para el corazón, es instinto. Pum para arriba los tristonios, hay un viernes por lucir en la sonrisa.
Sobrevivir a la rutina, otro gran tema. Aburrirse es una limitación propia, sin dudas. Pero aburrirse del trabajo o de esas específicas tareas del trabajo que detestamos hacer, requiere la paciencia de un little Buda. Son esas cosas que, al hacerlas, se nos ocurre largar todo y ponernos el bar en la playa o ganarnos el Quini 6. No hay más opción que hacerlas, o si? con música, un alfajor de por medio o quizá alguna decisión tomada después del trago amargo. Ni hablar de tener que lidiar con la ciclotimia del jefe, las eternas horas después del almuerzo y la desgastadora burocracia empresarial. A regañadientes, llega el fin de semana. Se sobrevive.
Ni hablar del caos de la sociedad, con sus arquetipos y prejuicios, sus crueldades e injusticias. Sobrevivir a la tragedia de las noticias, a la paranoia de la gente, a la suba de los precios, a los llamados inoportunos, las colas del cajero o la tarjeta SUBE! Me dirán amargada, pero a veces estas cosas me cansan. Y qué pienso cuando esto pasa? que es parte del juego, que sentirme incómoda con ciertas cosas me activa, me obliga a querer cambiar eso que puedo cambiar. Bienvenido el cansancio, el hastío, la rutina: no son obstáculos, son vehículos de acción, tienen que serlo. 
Y justo ahí, cuando todo parece superarme, intento elegir cómo reaccionar. Puedo protestar, refunfuñar, quedarme de brazos cruzados o romperlo todo (a veces lo hago, en ese orden jiij); o puedo respirar, banalizarlo todo y reír. Cuando pienso en cómo vivir, pienso en sobrevivir a lo trivial.  Charles Chaplin decía "mirada de cerca, la vida es una tragedia; pero vista de lejos, parece una comedia".
I´ve got all my life to live, I´ve got all my love to give, and I´ll Surive, dice Gloria. Después de más de 10 álbumes éxitosos como Never Can Say Good Bye (1974) y Love Tracks (1978) sigue en pie, radiante, sobreviviendo al paso del tiempo y los cambios en su carrera. Será que sobrevivir se trata de ponerle ganas?

Les pido que sobrevivan a la intensidad del fin de semana, chicos!. Viernes disco! A cantar.





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