martes, 22 de mayo de 2012

Mujercitas de marte: Letizia Ortiz

Hoy se cumplen ocho años de una historia de cuentos hecha real: una mujer común y corriente un día se convierte en Princesa de España. La fantasía que esto pueda generar en algunas cabezas soñadoras puede convertirse en terror para muchas de nosotras. Supongo que otras ilusas preferirán una vida llena de lujos, poder, fama, realeza y protocolo. Este fue el caso de Letizia Ortiz, una conocida periodista que un día se casó con, posta, un príncipe: Felipe de Asturias.
Es hora de desterrar la felicidad que venden los cuentos de reinas que al menos mi generación de niñas amó y de adultas padeció. No somos tan tontas de creer que va a venir un príncipe en serio y nos va a llevar a un castillo de enormes roperos llenos de pilcha y sirvientes con chocotorta free, no. Pero, evolucionadas como somos las mujeres, hemos adaptado esa ficción a nuestras posibilidades reales: encontrar un hombre lo más parecido a un príncipe: lindo, educado, canchero, correcto y con plata que nos trate como si nosotras, posta, fuésemos reinas. De un pueblo, de la urbe o de la casa, no importa, reinas al fin. Quieren que les cuente un poquito de ese camino a la corona? Muy bien.
Letizia tiene una agenda muy ocupada. Hasta ahí, joya. Visitas protocolares tras excusas humanitarias, reuniones con otros grandes diplomáticos, políticos y personalidades célebres con fines destinados más que nada a la prensa, aunque, no voy a ser tan mala, algo concretan. Asesoramiento de imagen, tratamientos de estética, viajes por el mundo, vacaciones extremadamente lujosas y el agridulce sabor de una fama mundial. Suena divertido y llevadero, no? cada una con su estilo podría hacerlo de maravillas, pero saben, si lo piensan muy en serio, que puede ser más que estresante. Ni hablar de cuestiones de protocolo más estrictas: comportamiento en la mesa, conducta en actos públicos (las reinas y princesas deben soportar los picazones, por más que les pique una abeja en el ojo en un acto público), la distancia en el trato con la gente, incluido su esposo y sus hijos ya que, sabrán, no pueden abrazarse, besarse o mostrarse afecto en público. Otro dato? si en plena charla tu esposo rey decide hacerte callar, deberás hacerlo sin reproche alguno. Creo que esto es lo que más loca me pone! olvídense! Prefiero ser reina de la primavera y mantener mi libertad de habla, o no?
Dicen que Letizia no padece estas cuestiones, por el contrario, tras su arduo estudio y preparación como princesa más que bien aprendió a mandonear y jugársela de Queen. Dicen, no sé. Lo que si sé es que no es una decisión fácil pretender formar parte de la monarquía. Letizia estudió Ciencias de la Información en la Universidad Complutense, de clase media con tendencia socialista, se esforzó por cada cosa que consiguió hasta llegar a Felipe. Fue pasante en diario en Abc, trabajó en agencia Efe, luego se desempeñó como presentadora de las noticias en CNN Plus y en la televisión Española. Con una licenciatura en audiovisual y una exitosa carrera con menos de 30 años, se casó con su novio de toda la vida (10 años juntos), un profesor de Lengua y Literatura del que se divorció al año de matrimonio. Suena a chica normal,no? una noche fue a una cena en casa de Pedro Erquicia, director de Documentos Tv, donde conoció a su príncipe encantador. Me pregunto: cómo te tira los perros un príncipe? cómo se dan las cosas? no es fácil comprometerse con tremendo personaje. No será muy refinado? muy egocéntrico? de verdad te podé enamorar del futuro rey de España? Lo veo complicado y digo más, no lo prefiero. Claro está, son elecciones de vida.
Algunos la catalogan como trepadora y audaz, otros como la nueva princesa de corazones tras la trágica partida de Lady Di. Será una cosa u otra o bien combinará ambos perfiles, Letizia no titubeó en hacerse cargo de esa extraña oportunidad que no a todas se nos presenta: ser reina algún día. Si hay o no amor en esta historia, poco importa. Quiero destacar la incuestionable e indestructible puesta en marcha de su intención de ser y pertenecer. Habrá creído que era una especie de cuentos de hadas y hoy padece su decisión? o bien sabrá de qué se trata este asunto y está dispuesta, como toda obsesión femenina, a hacerlo funcionar a cualquier precio?

Y colorín colorado, las cosas han cambiado. Erguida como indica el protocolo, de dar las noticias a ser la protagonista de ellas, Letizia.

El arte de hoy? Evaluar nuestros deseos. Pueden hacerse realidad.


Antes, cuando se levantaba a las 5 am para dar las noticias.



Después, princesa cara de mala.  Será?


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