jueves, 17 de mayo de 2012

Vengo del cine: No te enamores de mi

El amor siempre va a liderar la cabeza de la lista de temas a tratar en el arte: música, cine, danza, plástica y cualquier otra disciplina intenta expresar lo que esta misteriosa y poderosa sensación nos causa. Desde la felicidad extrema poco experimentada hasta el dolor más profundo y viceversa, con ustedes el amor. Puaj!.
No te enamores de mi no es ajena a los desgraciados vaivenes de Cupido. Un tanto predecible, romanticona y con ese switch de alegría-tristeza bastante activo, es la primera película del argentino Federico Finkielstan.
Tres historias se cruzan entre sí con un elemento en común: enamorarse de la persona equivocada. Me atrevo a decir que el problemilla de engancharse con alguien con quien no da o no se puede no es precisamente ese, es que lo prohibido, lo difícil, lo tortuosamente enroscado, lejano y complicado, nos encanta. Intentar, intentar, reintentar...cuánto tiempo nos hace falta para entender que no va? La eternidad de nuestro capricho. Maldición. 
En la película, escena tras escena, el mensaje no aporta más de lo mismo. La imposibilidad de concretar una relación, el dolor que eso implica y la duda punzante cual astilla en el pie si jugártela o no por ese amor, sabiendo que no vale la pena. Más allá de que el argumento y guión lo vimos o escuchamos en centenares de películas más, rescato lo disparador que puede ser a la hora de preguntarnos en qué andan nuestros mal aprendidos corazones.
Un poquito de drama, un touch de humor, otro tanto de romance. Género indefinido con una línea de tensión sin sobresaltos durante una hora y chirola. Diríamos, como se decía en antaño, la película no es una linda que encante ni una fea que espante, a mi humilde entender of course.. Las óperas primas son el inicio de una carrera y, lógico, estamos a la espera de más de este flamante guionista y director.
La perlita? El papel de Violeta Urtizberea, la encantadora hija de Mex. Fiel al estilo que de ella vimos hasta hoy, es la aparata divertida sin querer del film. Frescura, inocencia y ridiculez viven en Paula, una estudiante  nerd de Psicología que, en el debut como terapeuta, aprende más de ella misma que con Freud en la teoría. Luli, la paciente interpretada por Anita Pauls aporta también su cuota de comedia y refresh entre tanta misma cosa.
Después de verla, transmito lo aprendido: no te enganches con tu cuñado, turra; no te enamores de un tipo casado, ilusa; no te cases creyendo en mariposas, tontita. El amor no se pide, no se mendiga, no se puede forzar a ser. Por mucho que uno crea que va a funcionar, si tras varios intentos no camina, nada más saludable que dedicarse a otra cosa (comprate un ipad, no sé). Cientos de debates con amigas, compañeros del laburo, tu hermana y en tu propia cabeza terminan en lo mismo: no es para vos. Se entendió, no? 
Ah! casi me olvido. Está bueno también ponerse del otro lado y saber decir: "Amor, todo bien pero...no te enamores de mi". Y ahí, cayó rendido, que lo parió! Estamos todos locos!

Me pregunto qué tan solos estamos para enamorarnos de nuestras obsesiones antes que de las personas detrás de ellas.. Una real macana.

El arte de hoy? La paciencia. El amor es como la muerte: va a llegar sin que lo busques. (comentario no apto para suicidas. Soy tétrica, lo sé jijiji!!)

Trailer!

Aún en cines, No te enamores de mi.

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