lunes, 28 de mayo de 2012

Antídoto para impacientes

Dice el diccionario: Paciencia. 1- Capacidad de sufrir y tolerar las adversidades con valor y sin quejarse. 2- Capacidad de esperar con tranquilidad una cosa que tarda. 3- Capacidad para realizar una actividad o trabajo difícil, pesado o minucioso con perseverancia. Digo yo: Paciencia. 1- Tiempo 2- Esfuerzo 3-Voluntad.
El concepto de paciencia es casi un concepto zen. Implica un trabajo interno tal que puede agotar, desanimar y hasta confundirnos. Sin embargo, aunque cueste creer, las esperas valen. Les cuento por qué.
Anoche Juan Alberto Badía recibió un Martín Fierro a la trayectoria. Un homenaje emotivo y esperado. A sus 65 años, recuperado de una enfermedad tan cruel como el cáncer, Badía se autoproclamó feliz no sólo ante el auditorio presente sino ante todo un país que lo respeta, quiere y admira. En su discurso contó que, tiempo atrás, le preguntaron qué quería para su futuro. Él respondió: una trayectoria. Años de trabajo? Distinción en el ambiente? no sólo eso, una trayectoria es mirar hacia atrás y descubrir un camino andado. Es tiempo, sacrificio y principalmente, paciencia. Aprovechó y dejó un mensaje para todos los que anhelamos entrar en el mundo de los medios. "La trayectoria es un tramo a tramo, hay que remar muchas veces contra la corriente y aceptar el viento de cola, que nos impulsa". Mensaje apto para todos los que tenemos un sueño por cumplir, no?
La paciencia se trata de un oficio y, como tal, se aprende. Puede llevarnos años, más no serán años perdidos. En la paciencia pueden sobrevivir esos proyectos que rompemos cuando no vemos resultados inmediatos. Ser pacientes es descubrir la belleza del paso del tiempo. Ya se ha dicho por ahí que antes que saber buscar, hay que saber encontrar. Perseguir un objetivo fijo puede cercar nuestra mirada, y nada más triste que reducir nuestra libertad de búsqueda a un capricho.
Plantar y ver crecer un bambú japonés puede ser la cura de la impaciencia. Se necesita de tan sólo tres cosas: buena semilla, buen abono y riego constante. Siete años serán iguales: regar y regar. El impaciente, tras  una  enorme frustración, abandonará el riego y el plan inicial. Se rendirá con todas las letras. El paciente sabe que la espera no fue en vano. El bambú, tras siete años de quietud, crece alrededor de 30 metros en un mes y medio. Posta, no es ironía esta vida? Ese trabajo, ese logro, esa realización, ese sueño va a llegar. Es cuestión de esperar, regando (tampoco crean que la espera en sí es la paciencia, no no!). Esperar no supone agachar la cabeza, enfriarse y confiar en el azar. Supone no bajar los brazos, avanzar de a poco, pero avanzar, confiar en uno mismo y en las circunstancias. Esperar es dedicación y perseverancia; tiempo para crecer y madurar lo que necesitamos madurar para encarar  y cumplir nuestros propios desafíos. Quizá por eso las cosas no son tan rápidas...Badía esperó 42 años. El los llamó anoche "42 tramos", en los que jamás dejó de trabajar por lo que quería. Tuvo idas y vueltas, el principio fue difícil y hasta podemos decir que se pasó gran parte de su vida haciendo nada más que esto. Fue feliz? si, lo dijo él mismo con un premio a su empeño y tenacidad en la mano.  Se dió el gusto de aprender más, de crecer, de verse realizado, de saberse talentoso. Y más, se dió el gusto de transmitir lo que aprendió y de empujar a otro con sus mismas ilusiones: Marcelo Tinelli (que a uno le guste más la plata que a otro, cosa de ellos). No es válida la espera cuando se concreta lo que queremos? Claro que si, gente.
Mi juventud me obliga a querer verlo todo hecho, cumplido, perfecto. Quiero ya mis proyectos realizados, quiero ya mis sueños hechos realidad, ya mismo, ahora, todo quiero. Pero cuando miro a mi alrededor y decido descubrir y encontrar lo infinito que la vida me pone antes que buscar finitamente, digo: no será que, en la espera, se hace mi camino? será que aún debo aprender muchas cosas antes de concretar lo que busco? Vale tanto esfuerzo, tanto sacrificio, para nada? Entiendo, segundos después, que todo esfuerzo vale, que esa nada es mucho: estoy viviendo, haciendo y creciendo por un motivo y ese motivo me tiene hoy tipeando, llena de ilusiones, activa y disfrutando aprender. 

Les dejo un video de Badía y Tinelli en 1988. Uno con un camino en acción, el otro arrancando. Sea cual sea el concepto de éxito de cada uno de nosotros, ellos alcanzaron sus metas. Si esperaron? claro! miren un poquito...

El arte de hoy? Revertir el tiempo de espera en algo productivo. El tiempo se pierde sólo si uno quiere.


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