sábado, 28 de abril de 2012

Retro! Rick Astley never gonna give us up!

Hay éxitos que, como grandes amores, son intensos pero breves. Así fue lo que pasó con Rick Astley y su encantador "Never gonna give you up". En 1987 fue el número uno en Reino Unido y en EEUU, suficiente para sentirse el number one del mundo. Se escuchó en todas las radios, se vió su video clip en todos los canales, miles de jóvenes lo cantaron y bailaron hasta que, años más tarde, nada. Nada. Su segundo disco no tuvo el mismo impacto, el que siguió, menos. Los 90 fueron crueles, el 2000 ni lo registró. Cuánto duele el olvido? a todos nos han olvidado alguna vez, como nosotros hemos olvidado...pero a nadie le gusta pasar sin dejar huella, cierto? Vamos por eso.
Supongo que el olvido es una de las cosas más crueles por las que puede pasar un amigo, una madre, un hijo, un sujeto in love. Sin embargo, un día, de la nada, alguien se fue de nuestras cabezas. Un viento? un nuevo amor? la rutina de cada día? qué cosa hizo que alguien simplemente se esfume de nuestros recuerdos? creemos, quizá, que fueron personas intrascendentes o bien, todo lo contrario: pueden haber sido tan importantes que nuestra propia cabeza los ha bloqueado, ojo! tenemos un olvido un tanto complejo, como verán. Más allá que pueda estar ligado a causas neurofisiológicas y psicológicas, que te olviden es tris-ti-si-mo! (que me van a hablar de ciencia!).
Cuando pienso en las personas que olvidé, tras algún relámpago de recuerdo, me siento un poco mal, lo admito. Hay gente buena, copada, linda, que dejé atrás sin razón (al menos ahora no la recuerdo). Intenté en algunos casos retomar el contacto, volver el tiempo atrás. "Al lugar donde haz sido feliz, no debes tratar de volver", nada más cierto. El tiempo puede matarlo todo, cada día estoy más convencida. Pero, he aquí la distinción a la que quiero llegar: no olvidé a las personas que dejé atrás, son recuerdo. Ser un recuerdo no está nada mal. Todos pasamos, vamos y venimos. No hay por qué prescindir de que a cada instante nos recuerden. Es normal, nos cruzamos con mucha gente a lo largo de nuestras vidas. Sin embargo hay algo en nosotros que en algunos circuitos, en algún lugar, en cualquier rincón, quiere ser recordado. No quizá por quién fuimos, sino por qué hicimos. Ahí si que duele el olvido, cuando nada se te reconoce. Ser olvidado así, es negarte la existencia. Y lo peor no es eso, lo peor es que nadie es inmune a este tipo de olvido. No es terrible?
Cómo soportar la angustia de tan cruel destino? actuar creyendo que algo de nosotros quedará en la perpetuidad de la historia. Sólo creyéndolo así, quizá lo logremos. Hablo de una huella que trascienda un mero recuerdo, que transmita algo más....no los inquieta pensar en que, cuando partan de este mundo, puede que nada de ustedes quede acá? Muchos afirman que los hijos son esa continuidad. Será? En mi caso, qué?  lo será mi blog? mi pronta fama en tv? ijijji
A Rick Astley lo olvidó el marketing, no nosotros. Mientras en algún lado alguien lo nombre o su música suene, vive. Como cualquier canción, como cualquier libro, como cualquier cosa que podamos hacer nosotros (sin ser famosos), sintiéndonos bien grandes, como somos. Sentirse así es realmente trascender.

No hay desánimo y engaño más profundo que creer que no tenemos nada para regalarle al mundo. 

El arte de hoy? mantener intacta la esperanza de que algo en nosotros es inmortal. Aquí está Astley.

Alegría, finde largo para bailar! 



Me mata el pasito que hace! ijji

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